Y se preguntarán. ¿Que tiene en la mano Maria Isabel Ramos Sánchez? ¿Por qué esta tan orgullosa?
En el 2014 fuimos a Mérida, de viaje (puede ver fotos y la reseña del viaje aquí) y en ese viaje, ella tenia una meta muy clara: Comprar miel artesanal. Chévere, todo parece normal pero aquí viene la parte relevante. En uno de los paseos a recorrer los pueblitos, encontramos una tienda de cosas hechas a mano con madera, talladas, grabadas y habían miniaturas de utensilios de cocina. María tuvo el impulso de comprar un dispensador de miel, un "mielero" lo llamo ella, miniatura. Y yo la detuve.

- ¿Lo necesitas?
- ...
- ¿Es necesario en tu día a día?
- Pero Génesis, así cuando haga las panquecas puedo poner la medida justa y no usar una cuchara!

Entre tantos argumentos que dio, repitió, intentando explicarme por qué debía comprar eso y yo, como siempre de aguafiestas recordando el sentido practico de las cosas. El presupuesto del viaje era corto y si no era algo necesario era mejor dejarlo para otro momento.
Desde aquel entonces, jamás volvimos a ver uno de esos dispensadores. Se desvanecieron. No sé que trolling ley de murphy cayó sobre esto pero no volvimos a ver esos utensilios para la miel. Ya imaginarán que significaba esto: María me odiaba un poquito porque no la había dejado comprar en aquel entonces su mielero.
Hoy, ella esta en otro país y me envía esta foto.

Toda esta anécdota viene por algo que mi madre constantemente dice: Hay momentos en la vida para todo. Estos meses han sido de abrumadoras situaciones y pruebas personales. También de reconocimiento en algunos aspectos. De asumir retos y tomar decisiones.
En el 2014 María no podía costearse un mielero, hoy pudo costearlo en un diseño más bonito y de su color preferido.
Hace un tiempo yo no habría imaginado que seria entrevistada, que seria profesora, que podría ayudar a tantas personas con mis experiencias de trabajo. Cuando estaba en bachillerato, no me imagine que mis bullying se alegrarían de lo que me hacia "rara", que ellos y las burlas que me hacían llorar a solas, las veces que me discriminaron o me dejaron por fuera, todas las veces que negaron tener si quiera algo que ver conmigo y hoy aleatoriamente me llamen "Amiga".

En la vida hay un momento para todo, para comprar mieleros, para lograr cosas, para asumir retos, para entender cosas. Para todo pero algo es necesario, básico:

Cuando trabajas duro, tus sueños se hacen realidad. 

¿Sobre María? Pues, tiene horas haciendo esto: